Compartir el mismo techo implica, entre otras cosas, establecer reglas, respetar silencios y delimitar espacios dentro de la casa. ¿Cómo se adapta a la convivencia cada uno de los signos? Los signos mutables (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis) lo hacen con mayor facilidad que los otros.
Sin embargo, ante una situación concreta, cada uno de ellos pondrá de manifiesto las características que le son específicas: mientras que Géminis deberá cuidarse de su tendencia a discutir, Virgo habrá de moderar su excesiva necesidad de orden.
En Sagitario, la falta de colaboración con los demás podrá llegar a ser un obstáculo para la convivencia feliz. En cambio, los piscianos tendrán que no depender tanto de las demás personas. Los signos fijos (Tauro, Leo, Escorpio y Acuario), por su parte, tienden a establecer sus propias reglas de convivencia. Tauro es el signo que impone esas reglas generando una sensación de paz y bienestar.
Los leoninos aplican la ley en forma extrema, a tal punto que, muchas veces, su fama de tiranos trasciende las paredes de la casa. Para los escorpianos, imponer normas significa delimitar claramente su espacio de privacidad. En cambio, para los acuarianos, esto equivale a dejar bien en claro que su necesidad de ser diferentes a los demás y solo iguales a sí mismos, debe ser respetada.
Los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio) no resultan tan adaptables a la convivencia como los signos mutables, pero tampoco imponen sus propias reglas, como sucede con los fijos.
Ese camino que transitan en el justo medio de esos dos extremos, será recorrido por cada signo de manera diferente. Mientras que los arianos no soportan una convivencia demasiado estrecha, Cáncer, el signo hogareño por antonomasia, tiende a sobreproteger a las personas que comparten su techo. Libra, a su vez, cumple por lo general la función de pacificador cuando un conflicto se desata entre otras personas, y Capricornio se caracteriza por su lealtad hacia su seres queridos, lo que minimiza el hecho de que sea poco tolerante.
Aries y la convivencia: De humor cambiante
Una convivencia muy estrecha tiende a agobiar a los Carneros, ya que se trata de seres con un gran sentido de la independencia y necesitan mucho espacio para defender sus intereses ajenos al ámbito del hogar.
El punto fundamental a tener en cuenta en la convivencia con el ariano es esta necesidad tan particular de que se respeten sus necesidades.
A veces, esto lleva al nativo a ser insensible con las personas que conviven con él. Para vivir en armonía con un Aries, también habrá que tomar en cuenta su tendencia a los rápidos cambios de humor.
Si hace un instante, su compañero o compañera de Aries estalló en un ataque de furia, procure no darle demasiada importancia. Seguramente no pasarán más que unos minutos antes de que se acerque a usted, con la mejor de las sonrisas, como si nada hubiera pasado.
Tauro y la convivencia: Pacíficos y estables
Si usted entra en una casa y percibe una sensación de paz y bienestar, muy posiblemente eso se deba a que uno de sus habitantes sea un Tauro.
Estas personas tienen una gran necesidad de estabilidad en su vida diaria y saben transmitir tranquilidad y equilibrio en la convivencia a quienes los rodean.
Sin embargo, para aquellos que necesitan flexibilidad en sus horarios y sus costumbres, puede resultar problemático compartir el hogar con un Tauro, ya que estos en general tienden a imponer reglas de convivencia muy estrictas y se resisten a cualquier cambio que pueda alterar la rutina que establecieron y que proporciona bienestar, tanto a ellos como a otros miembros del hogar.
Y, si bien no es su tendencia general, resulta importante valorar y respetar los momentos en que el taurino desea estar solo.
Géminis y la convivencia: Adaptables y colaboradores
Un Géminis nunca se sentirá bien solo. Lo suyo es la compañía y alcanza la plenitud cuando comparle su hogar con muchas personas: amigos, parientes, etcétera. La casa del geminiano siempre está abierta, incluso para aquellos amigos que necesiten habitarla por un tiempo.
Los Géminis son, en general, individuos fáciles en la convivencia, ya que pueden adaptarse con facilidad a la persona que tienen al lado.
Por esta misma razón, se sienten felices al colaborar con las tareas del hogar. Sin embargo, no todo es color de rosa en la convivencia con un geminiano.
Su fuerte tendencia a discutir y defender hasta las últimas consecuencias sus puntos de vista, puede ser fuente de conflicto entre el nativo de este signo y las personas que comparten el mismo techo.
Cáncer y la convivencia: Hogareños y protectores
No existe otro signo para el que el hogar sea tan impórtame como lo es para Cáncer.
El Cangrejo tiende apreciar la vida hogareña y siente una honda satisfacción al colaborar en los quehaceres de la casa, ya que esto constituye para él una forma de demostrar amor.
En la convivencia, los cancerianos son comprensivos y se muestran siempre dispuestos a brindar su ayuda y escuchar los problemas de los que lo rodean.
Sin embargo, existe el riesgo de que su necesidad de proteger resulte excesiva para las personas más independientes del hogar y ellas se sientan sofocadas frente a tanta sobreprotección.
Por otro lado, si bien siempre se encuentran abiertos hacia los problemas ajenos, les resulta muy difícil revelar sus sentimientos, lo que a veces les causa problemas con sus seres queridos.
Leo y la convivencia: Autoritarios y divertidos
Los Leo tienen la seguridad de tener siempre la razón, de estar haciendo siempre lo correcto.
Y, por supuesto, no permite que nadie dude de esto. Esta característica marca de forma muy acentuada el modo de convivir de un Leo.
En este sentido, resultan propensos a tomar decisiones sin consultar a nadie, lo cual les vale. no pocas veces, la fama de tiranos en el hogar.
Si en un hogar hay un leonino, éste se convertirá sin duda en jefe de familia. Sin embargo, a pesar de su tendencia dominante, los seductores leoninos, resultan magníficos para convivir.
Sociables y divertidos por naturaleza, adora pasarla bien, aportando brillo y sentido del humor.
Como contrapartida, el leonino tiene un gran sentido del espacio personal que debe ser respetado por el resto de la familia a fin de evitar permanentes discusiones.
Virgo y la convivencia: Ordenados y complacientes
Famoso por su necesidad de orden, a Virgo le resultaría imposible vivir en medio del caos. Este signo necesita orden no solo en cuanto al espacio y a la organización de los horarios, sino también en otros aspectos de la rutina hogareña.
Virgo generalmente no es propenso a gestos espontáneos de afecto y, menos aún. a las demostraciones de disgusto o cólera.
Es discreto, suave, ordenado y racional. Se trata, por lo general, de un compañero complaciente, dispuesto a compartir las tareas del hogar, pero un tanto regañón cuando no se respetan sus necesidades.
Si existen tensiones o situaciones conflictivas, las personas de Virgo reaccionan retirándose a su habitación hasta que logran superar ese momento y pueden volver a relacionarse con los demás con la dulzura que los caracteriza.
Libra y la convivencia: Considerados y pacíficos
Una de las características más famosas de los nativos del signo Libra es su capacidad de llevarse bien con todos, lo cual convierte a sus nativos en personas ideales para convivir.
Los librianos nunca dejan de tomar en cuenta a los demás en las decisiones que atañen al hogar.
Rechazan cualquier tipo de conflicto, lo que hace que jueguen a modo de pacificadores cuando se desata algún problema entre las personas que los rodean.
Sin embargo, la obstinación de este signo por mantener la armonía en vez de discutir los problemas que surgen de la convivencia, hace que a menudo dejen de expresar lo que verdaderamente sienten para evitar posibles conflictos, lo cual, a la larga, no resulta positivo.
Libra debe darse cuenta de que no hay nada comparable a la franqueza, aunque ésta resulte perturbadora en un primer momento.
Escorpio y la convivencia: Solitarios y reconcentrados
Ya desde muy pequeños, los escorpianos son personas solitarias, con un rico mundo interior en el que suelen refugiarse sin permitir la entrada de otras personas.
La casa es, para los nativos de este signo, su fortaleza, el lugar donde pueden aislarse del mundo exterior para recargar sus energías.
Adoran un hogar silencioso donde poder concentrarse largamente en sus pensamientos, lo cual suele traerles problemas con los miembros más sociables de la familia que muchas veces no entienden la necesidad que tiene Escorpio de un espacio personal para desarrollarse.
Sin embargo, si las personas que conviven con un Escorpio aprenden respetar su necesidad de silencio y privacidad, los momentos a compartir pueden resultar sumamente valiosos y gratificantes.
Sagitario y la convivencia: Alegres pero haraganes
La convivencia con un Sagitario no resulta difícil en virtud de algunas de las cualidades de este signo.
Se trata de personas amigables, tranquilas y alegres, que se sienten dichosas al compartir su espacio con otras personas.
Sagitario es un signo que se caracteriza, además, por entender las necesidades de privacidad de sus semejantes y por una habilidad especial para levantarles el ánimo a quienes atraviesan por una situación difícil.
Sin embargo, por el hecho de ser en general seres que desprecian el aspecto rutinario de la vida, es común que pasen por alto la parte menos grata de la vida hogareña, evitando en la medida de lo posible colaborar en las tareas domésticas.
También es posible que sus horarios poco convencionales obstaculicen el desarrollo normal de las personas que comparten su casa.
Capricornio y la convivencia: Leales y poco tolerantes
La entrega y el compromiso de los Capricornio hacia sus seres queridos es total y absoluta.
Si bien es cierto que tienen por lo general un carácter reservado, se abocan totalmente a apoyar y complacer a quienes aman.
Son leales, fieles y responsables. Tienen un gran sentido de lo que significa un hogar.
Sin embargo, Capricornio no es precisamente un signo que se caracterice por su tolerancia y, a veces, esta falta de comprensión frente a los que lo rodear se constituye en un obstáculo para una convivencia pacífica.
Sus enojos y rabietas, que por lo general desaparecen tan rápido como vinieron, resultan a veces demasiado frecuentes, interfiriendo en las relaciones con las otras personas que comparten la casa.
Su modelo es de una vida organizada y bajo control.
Acuario y la convivencia: Idealistas e imprevisibles
Acuario es el gran idealista, el gran visionario del zodiaco. Lo suyo es disfrutar la vida en gran escala.
Por eso, es frecuente que la cotidianeidad y las restricciones que significan compartir la vida con otras personas, no les resulten del todo adecuadas.
Acuario es el signo menos capacitado para manejar las demandas diarias que aparecen en una relación de convivencia.
La profunda necesidad de sentirse diferentes de los demás hace que, en ocasiones, sus nativos resulten imprevisibles en sus reacciones, lo cual tampoco favorece una convivencia estable.
Sin embargo, los acuarianos pueden ser compañeros ideales en otros aspectos ya que se trata de personas sensibles, flexibles y capacitadas para responder a las necesidades ajenas que suelen impregnar la casa de una atmósfera amistosa y distendida.
Piscis y la convivencia: Dependientes y receptivos
Piscis tiende por lo general a eliminar sus limites emocionales entre ellos y las otras personas con quienes convive.
Los Piscis que comparten su techo anhelan una genuina intimidad, ya sea que convivan con su pareja, con amigos o con sus familias.
Las distinciones del tipo esto es mío o esto es tuyo, no surgen naturalmente de su persona.
Su inclinación a ayudar a los demás, a escuchar los problemas de los que lo rodean, hacen de lo nativos de este signo seres poco selectivos a la hora de prestar ayuda.
Como los piscianos se muestran habitual mente más propensos a sentir que a pensar, suelen ser susceptibles en extremo a las tensiones que andan flotando en la atmósfera de la casa.
Su principal problema radica en la tendencia a depender de quienes conviven con ellos, lo que genera frecuentes conflictos.
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